Se va a Mongolia

lunes, 12 de junio de 2023

El Papa Francisco en un viaje a Ecuador en 2015 / Cancillería del Ecuador (flickr)



Oiga, ¡qué noticia más estupenda! Me ha emocionado mucho saber que el Papa Francisco se va a ir a Mongolia a finales de agosto porque lo ha invitado el presidente de aquel país, que se llama Ukhnaagiin Khürelsükh, como todo el mundo sabe. O al menos eso es lo que le han debido de contar los traductores de mongol del Vaticano, que le habrán explicado que el nombre del presidente se pronuncia Urdangarín. Y dada la multitud de 1.500 católicos que hay en aquel país de 1.564.116 km2, nada más conveniente que ir a ver cómo están… si es que consigue encontrar a alguno, claro. Pero dando por supuesto que en ningún caso irá a hacer proselitismo porque eso no es católico, según ha explicado muchas veces en las audiencias que preside. 

El viaje que dura 14 horas y 45 minutos se hará como siempre en un gran avión de ALITALIA para que quepan todos los periodistas que a la vuelta mantienen la tradicional rueda de prensa con el Papa. Según Internet, el coste del avión será de unos 435.000 dólares, lo que me lleva a preguntarme si no sería más barato invitar a los 1.500 mongoles a ir verlo a él al Vaticano, evitando así además el agotamiento y posibles problemas de salud del Pontífice, que no olvidemos acaba de ser operado de la tripa. Y ésa es otra, porque seguro que Ukhnaagiin le ofrecerá una comida oficial con el plato típico del país, que es el conocido khorkhog, consistente en cordero cocinado con piedras, que no he conseguido averiguar si las retiran del plato antes de servirlo. Así que ¡mucho ojo!

Las visitas pastorales fuera del Vaticano las empezó a hacer Juan XXIII, pero sólo por los alrededores. Luego Pablo VI amplió los horizontes y fue Juan Pablo II quien los extendió ya por todo el mundo. De ellos, cinco a España, y su sucesor Benedicto XVI, tres. Por su parte Francisco ha visitado 59 países, pero no España

Hombre, no es que estemos lamentando que no venga quien ha pedido perdón a México expresamente y a toda América en general por la evangelización española de aquellas tierras; además de hacer un alarde de la famosa diplomacia vaticana cuando dijo aquello de que lo mismo venía a Santiago de Compostela por el Año Jacobeo, pero no a España, y eso que invitaciones episcopales y ocasiones conmemorativas especiales ha tenido un montón… pero no ha querido venir. ¿Por qué? Ésa es la pregunta a la que no sé responder; pero es evidente que tiene que haber alguna razón de mucho peso. Dicen que algo tendrá el agua cuando la bendicen, y algo tendrá, digo yo, don Jorge Bergoglio cuando tampoco se ha atrevido a aparecer por su país, Argentina, ni una sola vez en los diez años y pico que lleva de pontificado   

Ironías aparte, que la Iglesia católica está en una profundísima crisis, parecida a la que provocó la rebelión del monje agustino Martín Lutero en el siglo XVI, no creo que lo niegue nadie que tenga un cierto interés por informarse. Con el agravante de que no se ve ninguna figura lo suficientemente valiente y carismática como para devolver las aguas a su cauce. Cuando el abajo firmante se proclama agnóstico mariano no está haciendo una boutade —que también— sino intentando sintetizar la agonía de alguien para quien la religión católica tradicional fue un pilar fundamental de su vida y ahora comprueba que el magisterio pontificio no sólo no enseña nada, sino que es más que discutible en infinidad de ocasiones. Y encima, para poner la guinda a la crisis, Francisco ha dicho que él no es Vicario de Cristo, sino obispo de Roma, lo que el cardenal Müller, entre otros, ha calificado de «barbaridad teológica». Así que, como he manifestado en más de una ocasión, me quedo con mi Virgen del colegio y cuando tenga tiempo clavaré 95 tesis de protesta en la puerta de la catedral de la Almudena… y lo mismo alguien reacciona.

ESCRITO POR:

Ignacio Despujol es Licenciado en Filosofía y Letras, y especialista en comunicación empresarial y marketing. Ha sido profesor en las Universidades Pontificia de Comillas-ICADE, Complutense, Autónoma de Madrid y CEU San Pablo, co-autor de «Comprender el Arte» (Biblioteca UNED) y autor de «La otra cara de la publicidad» (en preparación).